Noches de insomnio.

Las diez, y aquí estamos mi insomnio y yo,
sin saber que hacer, sin aguantarnos el uno al otro,
sin tabaco.
Con miedo a los íncubos habituales,
los que me despiertan cada rato,
mofándose de mi.
Tienen sus motivos, 
igual que los tiene mi reflejo del espejo
que me grita en sueños, me acusa, recrimina, reprocha.
Que me dejen dormir. 

Sin sueños. Sin pesadillas. Sin acusaciones.
Dejadme en paz.
No quiero ver mas sus caras, con la memoria me basta.
Shhh...la demencia se queda dormida,
a ver si ahora logro conciliar el sueño...

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