No volveremos.
No volveremos a mordernos,
ni a gritarnos al oído en la cama o en el suelo.
No volveremos a reír juntos.
No volveré a sentir tus costillas en mi espalda.
Ni tus besos en la nuca.
No volverás a sentir la firme presión de mis muslos sobre tu cintura.
No volveré a sentir tu lengua recorriendo con deseo cada centímetro de mi piel.
No te cogeré del pelo, no acariciarás mi frente.
No se volverá a juntar nuestro sudor.
No volverás a estar dentro de mi.
No volveremos a olernos, de aquella forma especial en la que olíamos desnudos el uno sobre el otro.
No volveremos a mordernos.
No volveremos a oírnos gemir.
Ni volveremos a discutir, por quién va a por el tabaco,
después de haber llegado al orgasmo.
ni a gritarnos al oído en la cama o en el suelo.
No volveremos a reír juntos.
No volveré a sentir tus costillas en mi espalda.
Ni tus besos en la nuca.
No volverás a sentir la firme presión de mis muslos sobre tu cintura.
No volveré a sentir tu lengua recorriendo con deseo cada centímetro de mi piel.
No te cogeré del pelo, no acariciarás mi frente.
No se volverá a juntar nuestro sudor.
No volverás a estar dentro de mi.
No volveremos a olernos, de aquella forma especial en la que olíamos desnudos el uno sobre el otro.
No volveremos a mordernos.
No volveremos a oírnos gemir.
Ni volveremos a discutir, por quién va a por el tabaco,
después de haber llegado al orgasmo.
Lo mas triste es que aunque nada de eso vuelva...la sensación de haberlo sentido quedará intacta.
ResponderEliminar