Tu enfermedad mental.

Una enfermedad mental mal diagnosticada es como darle al Demonio los poderes de Dios.

Darle a un enfermo la medicación equivocada es provocar un cataclisma en su interior y en quienes le rodean.

Es eliminar toda posibilidad de rehabilitación de un demente.

Y así estas tu, querida,

Tan enferma que enfermas.

No es que mientas voluntariamente,

es que tu noción de la realidad está completamente al margen de cualquier cosa que entre dentro de los límites de lo que se suele considerar como "normal o entendible".

Irradias tu demencia, y quienes conviven contigo

acaban como tu, aislados de la realidad.

Jugar con las mentes distorsionadas es más peligroso que hacerlo con fuego.

Yo que me he acercado peligrosamente

he llegado a ver a través del cristal de la locura.

He llegado a creer que había enloquecido,

he llegado a enloquecer por creerme enloquecida.

Así de peligrosa es tu demencia.

Las mentes cuerdas que entran en contacto con tu mente enferma terminan destruidas.

Y quienes pretenden socorrerte terminan evocando al fracaso.